Marketing Político y Redes Sociales en Bolivia
Estamos cerca de asistir nuevamente a las urnas, esta vez para elegir a Presidente y Vicepresidente de nuestro país, más allá de candidatos ilegales y oposición dispersa, hoy quiero hablarte sobre la importancia del Marketing Político, algo de lo que los políticos bolivianos de izquierda, derecha o centro, no tienen ni la más remota idea. Veamos si con este artículo les ayudamos un poco en sus campañas. Comencemos entonces.
¿Dónde está el problema de los políticos bolivianos?
Estoy seguro que esta pregunta es muy amplia y podríamos pasar días y días respondiendola, pero enfoquémonos en lo que nos concierne que son las estrategias de marketing, el gran problema de los partidos políticos y agrupaciones ciudadanas que aspiran a obtener cargos públicos es que a la hora de gestionar su comunicación NO TIENEN UNA ESTRATEGIA, en digital abren perfiles en muchas plataformas solo por estar, publican por publicar, nadie se anima a hacer la diferencia, destacarse entre tantas voces similares, todos hacen lo mismo y terminan siendo uno más del montón, es decir, lo único que genera es ruido digital. Crean mensajes políticos que se diluyen entre una infinidad de contenidos más atractivos para los usuarios, se limitan a difundir contenido de las actividades políticas de los candidatos, sin entender que eso no es algo atractivo para casi ningún seguidor. Ver foto tras foto, video tras video de concentraciones, discursos y apretones de manos que, de ninguna manera, nos invitan a creer más en la capacidad del líder para impulsar los cambios que anhelamos.
Sus “equipos de comunicación” publican noticia tras noticia sobre lo que piensa y declara cada dirigente de su partido político, sin comprender que no se trata de las mil y una fotos abrazando a la señora humilde, besando al bebé que sonríe o subiendo al micro, sino que se trata de establecer una conexión emocional con el público clave y eso no se logra con magia, sino con una Estrategia de Marketing Político donde se deben tener muy bien definidos los objetivos y las acciones claves, que siempre deben estar enfocadas en las necesidades y problemas de nuestras audiencias.
Muchos “asesores” creen que el objetivo del marketing político es construir campañas vacías y frívolas, centradas en la apariencia del político bonachón, cuando en realidad es todo lo contrario, las campañas deben tener contenidos comunicativos muy poderosos, se deben crear identidades históricas de los partidos, hacer foco y destacar la personalidad de los candidatos y, por sobre todo, proponer ofertas reales, razonables y orientadas al desarrollo del país.
¿Eres político? Brinda soluciones a los problemas de tu público objetivo
Para que la gente vote por vos, deben sentir que comprendes sus problemas y que puedes ayudarlos a resolverlos.
La estrella de la campaña no debes ser tú mismo, ni las falencias de tu adversario, los protagonistas de la campaña deben ser los problemas principales de tu público objetivo y tu oferta para solucionarlos.
Para eso tienes que simplificar la campaña y el mensaje, la atención de las personas es el bien más escaso en nuestro tiempo. Nunca estuvimos tan bombardeados constantemente por estímulos de todo tipo que demandan nuestra atención. Entonces atendemos de modo parcial, episódico, fragmentario. En ese contexto las campañas políticas tienen la obligación de comunicar de manera simple.
Pero ojo, cuidado: simplicidad no es tontería ni frivolidad ni simplismo ni superficialidad. En realidad es muy complejo llegar a comunicar de manera simple. Pero hay que hacerlo.
Te pongo un ejemplo, la campaña de Donald Trump fue extremadamente simple. Para bien o para mal, pero fue simple. Un mensaje claro. Una historia simple. Problemas concretos. Soluciones fáciles de visualizar. Lenguaje comprensible hasta para un niño. Hay un estudio que revela que el discurso de Trump estaba en un nivel lingüístico propio de un niño de cuarto básico. Algunos creyeron que era un defecto de su campaña, pero en realidad fue una virtud.
Marketing Político y Redes Sociales
En algunas entrevistas en medios masivos me han preguntado si las redes sociales ganan o pierden elecciones, la respuesta es clara, No. Como tampoco se gana solo con una campaña territorial ni solo con spots en tv ni sólo con nada. Las redes sociales influyen pero no ganan por sí solas. Son necesarias pero no son suficientes.
En estos tiempos es impensable dejar fuera de la estrategia de marketing político el tema de las redes sociales, para las nuevas generaciones, que son las audiencias más jóvenes, las redes sociales son su fuente de la actualidad. Si no estás en las redes, no existes.
Es muy importante aclarar que trabajar las redes sociales no implica dejar de lado otros aspectos de la campaña (el sitio web, el mail, la campaña territorial, la televisión, la radio, la vía pública, los impresos…). No se trata de sustituir sino de integrar. No se trata de optar sino de complementar. Debemos entender que los mensajes recibidos a través de las redes sociales son diferentes a los recibidos a través de los medios tradicionales porque son más fragmentarios, más breves, más discontinuos, más fugaces, más personalizados y más emocionales.
Por eso es que, para diseñar una estrategia de marketing político en redes sociales hay que determinar bien los públicos a los que vamos a dirigir la comunicación, entender cómo viven y cómo se comunican esas personas, saber qué problemas principales tienen, elaborar un mensaje apropiado para ellos y desarrollar estrategias de comunicación diferenciales en función de cada una de las redes sociales. Es muy necesario tener en cuenta los perfiles diferenciales de los públicos que encontramos en las distintas plataformas sociales. Por ejemplo: el público de Twitter suele estar más involucrado en política, ser más activo y además influyente. En Twitter llegamos muy bien a los líderes de opinión de la sociedad. En cambio en Facebook tenemos a un público más grande, mucho más masivo y con la ventaja de la enorme capacidad de segmentación que presenta su plataforma publicitaria.
En cuanto al contenido, hay que entender que la clave de los mensajes siempre estará en lo emocional, esa es la base fundamental de la toma de decisiones aunque también debemos proporcionar elementos racionales para la ‘justificación’ de las decisiones.
Sin duda la tecnología puede ofrecer a los políticos múltiples herramientas para conseguir mejores resultados, pero si no saben usarlas pierden todo su valor.
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www.erickhurtado.click – Erick Hurtado Ballivián
Boliviano, titulado de Comunicación y Marketing. Vive en Santa Cruz de la Sierra. – Director de la Agencia CLICK MARKETING DIGITAL / Conferencista y Capacitador de Marketing Digital / Apasionado del Social Media y del Inbound Marketing