Redes Sociales y las caídas de los tiranos
Los regímenes totalitarios del mundo han chocado con un muro muy resistente que está revestido de las nuevas tecnologías pero que en su interior está edificado de algo mucho más poderoso que es la libertad.
Lo sucedido en Bolivia, luego del escandaloso fraude electoral del 20 de octubre propiciado por Evo Morales y su partido MAS, ha ocurrido antes en Egipto, Túnez y otros punto del planeta, revoluciones sociales que tiene que ver con el poder de convocatoria a las masas y de organizar ideas que tienen las tecnologías actuales, es decir los medios sociales y plataformas que tienen como soporte a la internet, estas nuevas tecnologías desconocen dos factores que siempre jugaban a favor de las tiranías y dictaduras: el espacio y el tiempo.
El teléfono inteligente, la internet, las redes sociales, son medios baratos, universales e inmediatos, en comparación de los medios masivos tradicionales como la televisión, la radio o los medios impresos, además que tiene una característica muy importante, no son espacios que se puedan comprar, ya sabemos algunos detalles de los millones de Bs que recibieron algunos medios afines al dictador por propaganda política, en las redes sociales no hay espacio para la prebenda ni para la asfixia publicitaria, por eso es que los gobiernos totalitarios y dictatoriales no saben cómo controlarlos, no les queda más que atacarlos, reprimirlos o hasta bloquearlos, su máxima “estrategia” es llenarlos de “guerreros digitales” dedicados a propagar noticias falsas y ataques a los que piensan diferente.
Facebook, Twitter, WhatsApp entre otras, se han convertido para los bolivianos en una especie de “catalizadores” que, en los conflictos sociales post electorales, nos han permitido estar informados, comunicados, organizados y conectados, desde la vigilancia de nuestros votos y el conteo en las mesas del mismo 20 de octubre hasta la cobarde huida de líder cocalero y sucesión constitucional del actual gobierno de transición, por eso el ex dictador las odiaba, Morales decía “Yo no creo en las redes sociales, son como la alcantarilla” las culpaba por su derrota en el referéndum del 21F cuando la mayoría de los bolivianos le dijimos No a sus intentos de prorrogación en la silla presidencial, el cual por cierto, desconoció groseramente.
Sus ministros de comunicación nunca pudieron hacer nada con las redes sociales, atinaron a mal gastar millones de Bs de nuestros recursos, contratando hasta empresas fantasmas del exterior y ni así pudieron entenderlas, menos generar una estrategia de comunicación efectiva, por eso siempre las atacaron, pensaban que ellas en sí eran su problema, cuando en realidad solo funcionan como nuestro nuevo canal de comunicación, por no decir nuestro medio favorito, pero no fueron ni el problema ni la solución para la crisis social que derrotó el régimen de casi 14 años llenos de abusos, corrupción y narcotráfico.
La cantidad de bolivianos que migraron de Instagram y Facebook a Twitter porque se enteraron que ahí se hablaba de un supuesto golpe y no del fraude comprobado, fue apabullante, miles de nuevos usuarios que no tenían ni un seguidor pero no estaban dispuestos a permitir la difamación y las mentiras, entonces la plataforma del pajarito ardía con batallas digitales entre los que defendemos la democracia y los otros, en su mayoría perfiles falsos hasta de países como México y Argentina que tenían la instrucción de defender al ladrón de elecciones.
Convocatorias a marchas, resoluciones de cabildos, puntos de bloqueos y barricadas, horarios de abastecimiento y otra información corría por Facebook y WhatsApp, vimos gasificadas y protestas ciudadanas “en vivo” en el teléfono y hasta el emocionante momento en el que los policías de la UTOP de Cochabamba gritaron ¡Motín policial! y flamearon la tricolor, ahí con la emoción en los ojos y los latidos a mil, utilizamos WhatsApp y Facebook para convocar a nuestros amigos y contactos a una marcha pacífica al Comando de la policía de Santa Cruz para decirles a los uniformados que no estaban solos, que somos un solo pueblo y que nuestra confianza estaba depositada en ellos, no nos defraudaron. Así nos mantuvimos, conectados, hasta la renuncia del tirano y posterior huida, luego vinieron los días y noches del terror, que es mejor no recordar pero que no deben quedar impunes, hasta que vimos a nuestra nueva presidenta en el balcón de palacio de gobierno y pudimos respirar en paz, quizás una tensa paz pero conscientes de que nunca más nos gobernará ningún aprendiz de dictador y que nunca más permitiremos que se viole la Constitución.
Las conclusiones de esta revolución son espectaculares, aunque seguramente no serán las últimas, pero cabe destacarlas. Primero, el carácter vital que han alcanzado los medios sociales como canales de comunicación, basados en la telefonía móvil y la internet, se han convertido en elementos de primera necesidad.
Segundo, algo que llega a todos de manera universal, puede despertar en nosotros la genialidad, así como un virus informático se puede generar y propagar en una habitación, también pueden surgir las iniciativas para convertir cualquier dispositivo conectado en un propagador de revolución social. Tercero, la tecnología ha producido un cambio en la forma de pensar de la gente, el modelo cultural que estaba vigente desde aproximadamente finales del siglo XVIII se ha quebrado por completo y sus paradigmas han cambiado rotundamente, los medios de comunicación masivos eran los “creadores de opinión y fijadores de ideas” sobretodo por un tema de alcance, entonces el poder político se obsesionaba y lograba controlar la comunicación de manera casi evidente, las redes sociales escapan del control de casi todos los gobiernos, cualquier ciudadano puede compartir información o algún contenido y alcanzar un impacto global, entonces los ciudadanos comunes ahora nos sentimos poderosos, y esa toma de conciencia es liberadora, entonces cambia nuestra forma de luchar y de pensar.
Las redes sociales han posibilitado que la gente se organice, piense colectivamente y ponga en marcha sus propias decisiones y lo hace sin esperar aprobación de ningún otro actor más que el ciudadano común con un ideal que defender.
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www.erickhurtado.click – Erick Hurtado Ballivián
Boliviano, titulado de Comunicación y Marketing. Vive en Santa Cruz de la Sierra. – Director de la Agencia CLICK MARKETING DIGITAL / Conferencista y Capacitador de Marketing Digital / Apasionado del Social Media y del Inbound Marketing